A estas alturas, todos hemos tenido noticia de la última idea publicitaria de la organización no gubernamental Greenpeace. La frase de Antoine Sant-Exupéry, “Que el niño que fuiste no se avergüence del adulto que eres”, es el lema de una campaña de concienciación que transforma a cinco niños en los líderes de los principales partidos políticos de nuestro país.
Personalmente, la idea me parece brillante. Porque la estrategia de Comunicación en la que se ha basado esta campaña, incluye cinco ingredientes que sí o sí, y ‘cocinados’ de la forma adecuada, siempre son garantía de éxito:
1. ‘Aprovechando la coyuntura’: Apenas 24 horas después de la convocatoria de elecciones generales por parte del Presidente del Gobierno, Greenpeace arranca su campaña realizando una pegada de carteles simbólica por las calles de Madrid, consiguiendo no sólo un tremendo efecto viral en las redes sociales, sino una gran repercusión mediática, gracias a haber sabido convertir su campaña en ‘noticiable’.
2. ¿Quién dijo que la política no podía ser tierna?: Apelando ‘al niño que nuestros políticos fueron’, indica Marta González, portavoz de Greenpeace, ‘con esta campaña les pedimos que no se olviden de ello y ahora que son líderes políticos, adopten compromisos ambientales firmes’. Y lo hacen caracterizando hasta el último detalle a cinco niños que a través del vídeo de la campaña, y desde su inocencia, lanzan afirmaciones tales como que ‘un político es uno que gobierna España y que se supone que tiene que hacer las cosas bien para ayudar al mundo, no?’ o que ‘Pablo Iglesias y Rajoy son amigos’. En definitiva, la definición de lo que realmente debería ser… ‘poliquear’…
3. Una vez más… Conectando con las emociones: Hacernos imaginar que estos líderes a los que habitualmente vemos atacando verbalmente a su adversario, un día fueron niños que hoy nos hablan de un mundo mejor, más allá de las diferencias entre partidos, es hacernos sucumbir claramente a los encantos de un marketing (‘Inbound Marketing’) que utiliza la emoción como medio para ‘vender el producto’.
4. Triple diana: informar, persuadir y recordar: Nos informan tirando de ‘storytelling’ en el vídeo de la campaña, al hacernos partícipes desde el proceso de caracterización de los niños, hasta llegar después a la pegada de carteles. Nos persuaden al público general, y además lanzan el reto a través de las redes sociales, directamente a los ‘aludidos’. Me detengo un momento en este punto –deformación profesional- para repasar la respuesta de los ‘retados’, y valorarla a nivel de Comunicación. Primera reacción la del líder de Ciudadanos (‘quien golpea primero…’), dejando patente una vez más que tanto Rivera como su partido se mueven con facilidad en las redes (mención especial a la camiseta, que… ¡quién le iba a decir a él en su día!). Le sigue Pedro Sánchez, que suplió el no haber sido el primero, aportando más información. Alberto Garzón, responde dando difusión al vídeo de la campaña en su cuenta, e Iglesias, que twittea bastante más tarde de lo que habitualmente nos tiene acostumbrados su partido. Por último (‘nada nuevo bajo el sol’, en el caso de la Comunicación, a mi entender siempre tardía, del Partido Popular), Mariano Rajoy contesta aludiendo a lo ya cumplido por parte de su gobierno en estos últimos cuatro años. En resumen, ‘pleno al 15’ para Greenpeace, que consigue 5 de 5 en respuesta al reto lanzado en su campaña. Obviamente, esto se recordará, claro está.
Reacciones de los políticos a la campaña de Greenpeace
5. Publicidad en medios online y offline… y por la cara: Ya hemos comentado la viralidad de esta campaña, y el hecho de que no hubo prácticamente ningún espacio de noticias en prensa, radio o televisión que no aludiera a esta iniciativa. ¿Os hacéis una idea del coste real en caso de que se tratase de publicidad pagada?.
Comunicar en el momento justo. Comunicar para emocionar. Comunicar para motivar a la acción. Tan sencillo y tan complicado a la vez…